Los mitos han cambiado

Los minotauros son procesados en rastros. Los laberintos se volvieron clubs nocturnos. Los mitos ya no son más que paquetes de carne y pistas de bailar.
Las sirenas viven en acuarios y brincan aros junto con los delfines. Sus lamentos no se escuchan: los gritos del público son ensordecedores.
Escila y Caribdis trabajan en México. La primera todavía devora cuerpos humanos. La segunda hipnotiza sobrevivientes con mentiras y shows de TV.
Los pegasos trabajan como mulas pero con cargas más pesadas. Con sus plumas se hacen almohadas y estolas para petulantes actrices de televisión.
Poseidón trabaja en plataformas de petróleo. El pago es terrible y los horarios extenuantes. Es un esclavo moderno que siempre es culpado por los derrames.
Venus tiene una compañía de citas en línea. Es versada en algoritmos amorosos y PayPal. Cuentan los rumores que no ya no confía en Cupido.
A Cupido le va muy bien a pesar de los rumores. Sin las restricciones de antaño, ahora puede ser más creativo. Sus flechas nunca se equivocan.
Atenea está muy ocupada. Es una viajera incansable: ¡hay tantas guerras por doquier! Pero nadie la venera, es solo una ilusa y triste espectadora.
Odiseo es uno de los diez fugitivos más buscados. Está familiarizado con el cruce ilegal de fronteras y se le ha culpado de la última epidemia de gripe.

Medusa todavía anda por aquí. A veces se le puede ver en las pantallas de TV o detrás de una idea nueva. Está hecha de terror: tenle miedo.

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