Una noche en verano un sueño
Me despierto, en un
instante abro los ojos, de un salto estoy en la ventana. Ha llegado la hora.
Veo la luna, el aire huele a selva, a cuerpos húmedos. Comienzo a prepararme.
Aceite untado sobre todo el cuerpo, aceites de olores varios, olores antiguos.
Preparo mis armas, mis ojos adquieren un nuevo brillo, es la anticipación de lo
que ocurrirá. Empiezo a sentir con más fuerza su aroma, cada vez la
localización la tengo más clara, he de caminar hacia el sur. Siento los
músculos tensos, listos, la energía recorriendo mi cuerpo.
Salgo, corro rápidamente, viendo a los demás
que no me observan, acaso los toco un poco para que no olviden que nos hemos
encontrado, los miro, mi trabajo ha sido excelente, solo bastó una vez y el
recuerdo del encuentro sigue y seguirá ahí. Siento el roce de las hojas, de los
troncos, el roce de los animales, su olor me inunda, me embriaga. Me detengo un
poco, busco el aroma, lo encuentro y continuo, cada vez más rápido, cada vez
con más certeza. Veo una ventana, ahí está ella, su aroma alumbra la casa como
un resplandor que solo yo puedo ver.
Con solo pensarlo estoy
en su ventana. La veo dormir, sé que será fácil. Entro en su cuerpo, caliento
su piel, los dedos de sus manos se extienden y su mano se abre. Mueve la
cabeza, casi despierta, pero luego cede fácilmente. Sigo recorriendo su piel,
buscando el lugar preciso. Su espalda se arquea, comienza a sudar. Ahora ya no
quiere despertar, se ha entregado, desea que la noche sea larga. Estoy en su
sueño, el lugar donde uno puede olvidarse de sí mismo, y ella lo hace. Es una
fiesta para ella y para mí. Yo sigo buscando, su vientre se eleva con suavidad,
siente algo diferente en su sexo, se resiste un poco y cede. El amanecer por
fin se asoma.
Salgo de ahí y recorro rápidamente
el camino de regreso, pero ahora voy relajada, satisfecha. Ahora deseará, será
como si estrenara cuerpo. Algo dentro de ella ha cambiado, algo que ella no
intuye. Durante unos días, se sentirá un poco rara, temerá que se le note. Pero
después se acostumbrará y aprenderá poco a poco. Sé que ahora despierta.
Caminará siendo otra, con otro aroma, con otro ritmo, con otra conciencia y
otra cadencia. Ahora está lista.