Uso horario
Era de noche cuando el mar estalló.
Todos amanecimos con un gusto salado en los labios y un silencio de olas que
nos ensordecía.
Era de día cuando la noche se
evaporó. En vela esperamos que el cielo obscureciera mientras el calor
aumentaba y nos consumía poco a poco.
Era mediodía cuando las nubes
escurrieron hacia la tierra. Una pegajosa seda nos cubrió y no había techo que
nos librara del calcinante sol.
Era media noche cuando el aire se
desintegró. Inhalamos sueños de asfixia, estiramos brazos y labios para atrapar
la última ráfaga de aire.
Caía el atardecer cuando los
desiertos se resquebrajaron. Oímos el estruendo y vimos ríos de arena y olas de
silencio reptando por doquier.
Se levantaba el amanecer cuando los
volcanes se extendieron en ríos subterráneos. Nos despertó el retumbar ígneo y
vaporoso bajo la tierra.
Entraba la madrugada cuando las flores se cristalizaron. Dormidos
sentimos, de golpe, el aroma de hojas y tallos, hasta entonces eclipsados.
Serie de 7 poemas en prosa originalmente publicados en twitter @minafiction.