Ojalá que nadie toque su luna
los cantos de sus criaturas
ni se robe sus miradas
Ojalá la felicidad
lo siga escogiendo
como su morada
Ojalá las lágrimas
sigan diluyéndose
en la inmensidad de su azul marino
Ojalá nadie toque sus rocas
robándose parte de su historia
Ojalá nadie sueñe con sus olas
apoderándose de su eternidad
Ojalá nunca nadie cruce su cielo
que sus estrellas pueden caer
Ojalá toda su magia
nunca quepa en mi corazón
que no quiero poseerle
Ojalá que mi alma
se escape cada noche
solo para dejar un poco de si
en cada rincón
de ese mar
Ojalá que cada vez que cierro los ojos
y una lágrima los inunda
su silencio me abrace
Ojalá sus frías aguas
puedan a distancia
calentar mi corazón
cuando el dolor y el hielo
lleguen a cristalizar mi alma
Ojalá que cuando llegue el momento
mi alma vague eternamente
donde ese mar
y en medio de su silencio
lo ame cada momento
un poco más
solo un poco más
como si fuera la última vez
hasta que el tiempo
me robe junto con él.